Ubicado en el centro histórico de Samora Correia, es uno de los edificios más llamativos del pueblo. También conocido como Palácio da Companhia das Lezírias, su interior fue destruido en un violento incendio en 1976. A pesar de ello, siguió siendo una referencia patrimonial y actualmente es un espacio cultural que incluye biblioteca, auditorio y salas de exposiciones.

El edificio de la Iglesia no conserva exteriormente su aspecto original, ya que fue reformado en el siglo XVIII. Conserva, sin embargo, los azulejos del interior y la Cátedra de los Hermanos del Espíritu Santo y el Retablo, que aún existe en la capilla mayor y que representa la Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.

Oficios tradicionales como zapatería, talabartería, barbero, herrador, herrero, carpintero, calafateador, tonelero están representados aquí y se exhiben objetos de las diversas actividades desarrolladas en la región desde finales del siglo XIX, como aperos de labranza, menaje, vestuario, bordados, fotografías, muebles, cestería, juguetes y cerámica.

Actualmente en ruinas, hay sólo unos pocos restos de la pared. Se encuentra cerca del Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa.

La zona costera de Matosinhos está bien aprovechada, siendo un gran espacio para pasear en un caluroso día de verano. Dispone de varios cafés con terrazas que invitan a tomarse algo mientras se contempla el mar.

Este espacio cultural ofrece varios servicios: préstamo a domicilio, servicio de consulta, realización de actividades de promoción del libro y la lectura dirigidas tanto a la comunidad escolar como al público en general.

Establecer cuatro dólmenes megalíticos, algunos con grabados en sus pilares.

Casa do Lavrador es un museo rural y etnográfico, que forma parte de la Asociación Cultural y Recreativa de Santa Cruz do Douro. Fue construido en 1999, en honor a Augusto Gomes dos Santos, presidente de honor de la Federación Portuguesa de Folklore. Este espacio retrata una casa de campesinos del siglo XIX y principios del XX.

Templo de pequeñas dimensiones que podemos incluir ya en época gótica, aunque de posible fundación anterior. Fachada sencilla, donde se abre un portal de arco quebrado, con dos arquivoltas, estando decorado el interior con esferas. A pesar de la sobriedad del edificio, con pocas luces y fuerte verticalidad, el interior presenta una de las pinturas murales del siglo XV más importantes que se conservan en Portugal.

Situada sobre el río Ovil, Ponte de Esmoriz se enmarca en un paisaje todavía con una fuerte ruralidad. Como en el caso de Panchorra, en Resende, el Ponte de Esmoriz refleja la utilización tardía de modelos constructivos bastante remotos. Formado por un único arco de medio punto, forma parte del conjunto de cruces de caminos asociados a la importancia religiosa y económica del vecino Monasterio de Ancede.