De todas las fajãs – lugares fértiles gracias al microclima creado por su ubicación agreste –, la Fajã da Caldeira do Santo Cristo es probablemente la más famosa. Esto se debe principalmente a que es el único lugar de las Azores donde se pueden encontrar almejas. También incluye una laguna y una cueva submarina. Los surfistas también la consideran uno de los mejores lugares para practicar este deporte. Se accede a pie o en moto a través de dos senderos naturales.

Con acantilados escarpados, como la mayoría de las fajãs de la isla de São Jorge, los habitantes de Fajã dos Vimes han sufrido numerosas desgracias. La más grave de todas ocurrió durante el terremoto de 1757, que destruyó por completo la fajã, que posteriormente fue reconstruida. Los turistas y amantes de la naturaleza se emocionarán al ver las casas tradicionales de la fajã y experimentar esta armonía, a veces trágica, entre el hombre y la naturaleza.

En 1808 una fuerte erupción volcánica destruyó la mayor parte del pueblo de Urzelina, dejando sólo esta torre de la iglesia.

Este museo exhibe una vasta colección de imágenes sagradas y objetos de plata.

Iglesia construida por voluntad del príncipe Infante D. Henrique en 1460. En su interior destaca una colección de arte sacro de los siglos XVII y XVIII.

Esta puerta es uno de los pocos vestigios de la antigua fortaleza, construida en el siglo XVIII para defender la ciudad de los piratas. Fue construida entre 1797 y 1799 por Matías de Avelar. En la parte superior de la puerta se encuentra el escudo de armas real de Portugal.

La isla de São Jorge también es conocida como la "Isla de las Fajãs" debido a la gran cantidad de estas zonas fértiles, salpicadas de alguna que otra casa blanca que salpica el paisaje. Fajã das Almas, también conocida como Fajã do Calhau, es otra de estas bellezas excepcionales, que bien merece una visita con atención. No se pierda las capillas de Nossa Senhora das Almas y Santo Cristo, el puerto y la zona de baño.

También conocido como Fajã do Porto, el sitio cuenta con unas 30 casas antiguas y una carretera accesible en coche. Cuenta con una capilla en honor a Nuestra Señora de los Dolores y numerosos arroyos. También es conocido por sus piscinas naturales y las cuevas en su costa, causadas por la erosión marina.

Asentamiento urbano dentro de las fortificaciones de Valença. El núcleo amurallado interior, sin castillo, está completamente rodeado por el cinturón defensivo escalonado, conservando en gran parte la terraza cubierta de vegetación baja y arbustos.

Necrópolis situada cerca de Verdoejo, entre un espeso bosque de pinos y robles.