Algunos dicen que es más encantadora en invierno por la belleza que aporta la nieve, pero también hay muchos motivos para visitarla durante los meses más cálidos. Empezando por el área protegida del Parque Natural de la Serra da Estrela, con su rica fauna y flora, y terminando en Torre, el punto más alto de Portugal continental. A pie o en coche, hay mucho por explorar. Otro atractivo imperdible es el queso de la Serra da Estrela.

Este museo, integrado en la Universidad de Beira Interior, tiene como objetivo salvaguardar y preservar el extenso patrimonio de la industria textil en el municipio de Covilhã. Asimismo, se propone investigar y difundir la tecnología relacionada con la industrialización de la producción de lana. Se divide en tres secciones: la Real Fábrica Veiga/Centro de Interpretação dos Lanifícios, que actualmente alberga la sede del museo; la Real Fábrica de Panos las Râmolas de Sol.

Situado a 488 metros de altitud, ha sido lugar de culto desde la antigüedad. La capilla de Nuestra Señora de Penha se construyó por devoción popular, tras una aparición de la Virgen a una pastora. También destacan la ermita de San Saturnino y la mansión de estilo neorrománico de 1918.

Pequeño embalse con agua represada para riego. Está rodeado de árboles y presenta vegetación autóctona mezclada con zonas de especies introducidas y fauna variada, que alberga nichos ecológicos de diversas especies. Cerca se encuentra la iglesia de Penha Longa, monumento nacional.

Su nombre proviene de los molinos de agua que antiguamente se alzaban sobre los acantilados. En realidad no hay playa, sino una piscina natural de agua salada rodeada de un hermoso paisaje. Los restaurantes son tradicionales y ofrecen buena comida, con especialidad en pescados y mariscos.

Una playa con una extensa franja de arena en la desembocadura del río Colares, de fácil acceso y con un pintoresco tranvía que recorre todo el valle. Posee hermosas formaciones rocosas rodeadas por el pueblo de Colares. La zona cuenta con un parque infantil y restaurantes tradicionales que sirven platos de pescado y marisco.

El edificio consta de dos secciones de líneas sobrias y bien proporcionadas, que ya revelan un gusto neoclásico. En 1802, las dos secciones laterales se unieron mediante un gran arco triunfal, en conmemoración de la visita de D. João IV. En su interior, destacan una sala con pinturas murales de estilo Pillement y la Sala de Convenciones, con escenas marítimas y mitológicas. Fue transformado en hotel, pero conserva su diseño original.

Este edificio del siglo XIX está coronado por cúpulas bulbosas y presenta motivos historicistas, moriscos y neogóticos que decoran los frisos, las ventanas y las entradas. Destacan especialmente el revestimiento interior neomudéjar y la profusión de intrincados trabajos de estuco. El edificio está rodeado de elegantes jardines de estilo romántico.

Este edificio surgió del deseo del rey Pedro V de transformar la Quinta de Queluz en un palacio. Su construcción comenzó en 1747 bajo la dirección de Mateus Vicente de Oliveira y posteriormente de J. B. Robillon, quien le dio al palacio su exquisita decoración. En el interior, destacan el salón del trono, el salón de música y la sala de los embajadores. Sus jardines están adornados con estatuas, lagos y fuentes. El gran canal tiene muros revestidos de azulejos.

Liberty Park cuenta con una zona de picnic, bares, una pista de patinaje, una cancha de tenis, varias fuentes y lagos. Cabe destacar la enorme variedad de especies presentes.