Una playa de extensa arena y aguas cristalinas, protegida por el Cabo de Sagres. Es un destino popular para familias que visitan esta región del Algarve, con impresionantes vistas al mar. Detrás de la playa se encuentra el centro de Sagres, que bien merece una visita.

Burgau marca el final del municipio de Vila do Bispo. Esta playa alberga un pequeño puerto pesquero que, junto con el paisaje circundante, crea un lugar pintoresco, a pesar de la creciente infraestructura hotelera. La zona de arena es larga, pero estrecha, compuesta por una zona de guijarros que los niños usan para construir. Los acantilados que bordean la arena abren esta playa. El mar es muy tranquilo, ideal para nadar.

Una playa de marcados contrastes, rodeada de formaciones rocosas de pizarra negra y altos acantilados. Una larga franja de arena fina presenta zonas de guijarros y rocas que desembocan en el mar. Las aguas son bravas y populares entre los surfistas, pero se recomienda precaución al nadar. En el extremo norte se encuentra Pedra da Lage, una zona rica en mariscos.

Ubicada junto a la Fortaleza de Sagres, la arena se estrecha debido a la morfología de la zona, con abundantes guijarros y restos de derrumbes. La mayoría de los visitantes de la playa son surfistas, ya que el mar es ondulado y agitado. Hay un pequeño chiringuito a la entrada de la playa, que ofrece una hermosa vista de la misma.

La playa de Martinhal se encuentra en el Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina y es conocida por sus excelentes condiciones para la práctica del windsurf. Tras cruzar una duna con algo de vegetación, se encuentra una extensa extensión de arena con una zona de concesión y amplio espacio. Caminando hacia la izquierda, con el mar de frente, se encuentra la playa de Rebolinhos. Las rocas visibles en el mar, a 1000 metros de la arena, se conocen como la Isla de Martinhal. Es posible llegar a ella nadando, pero solo con previo aviso del socorrista.

Una playa agradable, integrada en un pueblo pesquero. Es un lugar popular para los turistas, con restaurantes cercanos que sirven buena comida. Un dato curioso sobre esta playa es que, a diez metros de profundidad, se encontraron los restos del buque de guerra francés Ocean.

Una playa pequeña y poco concurrida. La arena está cubierta de guijarros y, cuando sube la marea, el resto de la arena queda cubierta. Es frecuentada por extranjeros y surfistas.

El fuerte se encuentra en ruinas, con la entrada principal y una de las murallas del bastión en pie. La fachada principal está precedida por un foso, con un rastrillo en el centro. En el interior se pueden ver restos de edificios cuadrangulares abovedados, rematados con terrazas.

Construida en el siglo XVI, fue reconstruida en los siglos XVII y XVIII. La puerta principal luce el escudo de armas de D. João II. En su interior se encuentra el antiguo Convento de los Frailes Jerónimos, fundado en el siglo XVI, y una capilla construida sobre el lugar donde, según la tradición, fue enterrado San Vicente.

El edificio original fue prácticamente destruido por el corsario Francis Drake. Reconstruido en el siglo XVII, sufrió daños de nuevo por el terremoto de 1755. Esta fortaleza está formada por las ruinas de varios tramos de murallas del siglo XVII. En su interior, se encuentran algunas estructuras militares restauradas que conservan su diseño arquitectónico original, así como la Capilla de Santa Catarina, construida por el Infante D. Henrique.