Mosteiro e Igreja de Santa Maria de Salzedas

En su época, fue uno de los mayores monasterios cistercienses de Portugal, cesionario de vastas tierras a su alrededor, con la obligación de cultivarlas y poblarlas. Su construcción se inició en 1155, poco después de la donación del terreno hecha a la Orden por Egas Moniz, asistente de D. Afonso Henriques, y su esposa Teresa Afonso. Fue consagrada en 1255, cuando se completó el complejo monástico. La iglesia, de grandes dimensiones, destaca imponente en medio de las casas uniformes del pequeño pueblo que se formaba al este. Entre los siglos. En los siglos XVI y XVIII el templo fue profundamente remodelado y la fachada que hoy se puede contemplar, que se encuentra inacabada, es completamente del siglo XVIII. En el interior aún quedan vestigios de la estructura primitiva, concretamente una de las capillas absidales que aún conserva los capiteles con decoración románica. Destacan dos pinturas atribuidas al maestro Vasco Fernandes (Grão Vasco) del siglo XVI que representan a Santo Peregrino y São Sebastião y varias otras pinturas del siglo XVII, de Bento Coelho da Silveira. La parte monástica se desarrolló hacia el sur, en conjunción con el río Torno, en cumplimiento de la exigencia cisterciense de construir sus dependencias junto a cursos de agua. Actualmente, sólo quedan dos claustros.