Castillo de Giraldo es uno de los raros pueblos conocidos en Alentejo que confirmó una ocupación casi continua desde el tercero hasta el final del primer milenio antes de Cristo. Es una fortaleza natural, fortificada con murallas defensivas.
Poblado fortificado de la época prerromana, ubicada en las estribaciones de la vertiente suroeste de la Serra do Larouco, entre o Corgo o Corgo y do Fojo del cabrero, 1090 metros sobre el nivel del mar. Están por todas partes los rastros de muchas de las alineaciones de las estructuras, con mayor incidencia en la cubierta superior, donde se encuentra la mayor concentración de materiales cerámicos. También hay restos de murallas. Era natural que la defensa del norte y noroeste.
Este castillo conserva poco de su construcción inicial (del siglo XIV), ya que ha sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo. Resalte para una ventana manuelina, desde donde Don Sebastião asistió a la misa que precedió a su partida a Alcácer Quibir.
Castro se compone de casas y paredes, pero sólo las ruinas son visibles de una habitación, debido a la vegetación y el mal estado de conservación de la pared.
Base compuesta por dos pasos cuadrangulares, lisos, con la primera que mitad enterrada en el suelo. El guardamano encaja directamente en el escalón superior prismático. Su sección es cuadrada, ligeramente chaflanada en dos inferior tercios, estrechamiento hacia la parte superior. El tiro consiste en un cubo, en que se basa el otro guijarro, rostros enmarcados por molduras rectilíneas degradadas con rastros de disparos esférico.
Donjon del castillo de Estremoz, con 27 metros de altura, construido de mármol blanco. Se cree que fue un trabajo que pasó por tres reinados: d. Alfonso IV, d. Pedro y d. Fernando y él fue el último que señalaron "La torre de las tres coronas", nombre por el cual se conoce a esta torre.