Praia da Mata Nacional das dunas de Mira. Una playa aislada, rodeada de frondosos pinos y dunas salpicadas de vegetación, conocida como Praia Dourada. Muy tranquila e idílica, cuenta con un banco de arena que, durante la marea baja, crea pequeñas lagunas.

Pequeña playa fluvial rodeada de vegetación. Cerca se encuentra un pequeño puente romano.

Antiguo palacio de los condes de Cantanhede y los marqueses de Marialva, este edificio renacentista, que data del siglo XVI, tiene dos plantas y un patio con escalera. En el siglo XX se añadió una torre a la fachada lateral.

Una playa fluvial formada por manantiales naturales conocida como Olhos de Fervença. Dispone de una zona recreativa y de ocio, algunos senderos peatonales, un bar con terraza, vestuarios, una zona de picnic y un parque infantil.

Una laguna situada en una zona agradable y recientemente renovada. Un lugar tranquilo, ideal para pasear.

Este espacio, ubicado en un noble edificio del siglo XVII, exhibe colecciones de pintura, escultura, arte sacro y fotografía. También promueve excursiones culturales, coloquios, conferencias y veladas culturales.

Este museo es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Cantanhede y la Asociación Geração Spectrum, que gestiona la colección de João Diogo Ramos, natural de Cantanhede y uno de los coleccionistas internacionales más destacados en este campo. Está dedicado al ZX Spectrum, considerado por muchos el primer ordenador personal, pero también incluye otros equipos relacionados.

El museo se ubica en un edificio típico del siglo XVIII, donde se recrean escenas de la vida cotidiana de la región, junto con algunos objetos relacionados.

Este lugar se creó inicialmente para abastecer de agua al municipio y ahora es un sitio hermoso y agradable para pasear y disfrutar del ocio. Cuenta con una piscina artificial con una pequeña zona de arena, un bar/restaurante y una zona multiusos.

Desde el convento de Nuestra Señora de la Concepción, se ha ascendido a la iglesia, que se cree fue reconstruida en el siglo XVIII. Entre sus elementos más destacados se encuentran los retablos que decoran el altar mayor y los altares laterales, las paredes del presbiterio revestidas con azulejos del siglo XVIII procedentes de Coimbra y las imágenes de piedra que se encuentran en el coro.