Construido en el siglo XVI, el templo sufrió modificaciones en el siglo XVII. El pórtico principal renacentista tiene un arco de medio punto y está enmarcado por dos pilastras. Cabe destacar la cubierta completa de azulejos policromados de 1659.

Un ejemplo de la arquitectura militar europea del siglo XVIII, construido por el rey José I sobre un antiguo fuerte. Este fuerte abaluartado se asienta sobre una imponente colina rocosa. Sus amplios espacios y el juego de líneas y volúmenes le confieren poder y eficacia militar. Su elemento distintivo es la residencia del Gobernador, un edificio singular dentro del contexto arquitectónico del fuerte. También se le conoce como la Fortaleza de Lippe, en honor al arquitecto que propuso su construcción. En su interior, se encuentra una capilla en honor a Nuestra Señora de Gracia.

Construido en el siglo XVI y reconstruido en el siglo XVII, este castillo cuadrangular conserva únicamente las murallas originales y las torres bajas. Presenta un portal de piedra tallada que forma un frontón con dos chapiteles y una corona. El patio cuenta con una cisterna central sin agua, dos cañones abandonados y edificios a su alrededor.

El castillo, tal como lo conocemos hoy, es una renovación moderna de fortificaciones que, según estudios arqueológicos, son del tiempo de la cultura castreña. Del diseño original solo se conserva la muralla cuadrangular, protegida en las esquinas por torretas. Durante el reinado del Rey João III, se convirtió en una soleada residencia almenada.

De la construcción original del siglo XII solo se conserva el pórtico románico-gótico de granito, flanqueado por pequeñas columnas. Sufrió profundas reformas en los siglos XVII, XVIII y XIX. La fachada del siglo XVIII es amplia y baja. El campanario presenta cuatro ojetes, dos hendiduras y una cúpula cónica. El interior, de tres naves, destaca por la cúpula, que representa el presbiterio, con su linterna.

Es una de las puertas de acceso a la ciudad, construida en mármol blanco. En la parte superior, se puede ver una hornacina con un santo, flanqueada por dos torres.

El nombre de este pueblo proviene de su ubicación, una colina de 500 metros de altura, cuya cima alberga el castillo. Las vistas desde este lugar son magníficas.

Un edificio ecléctico y excéntrico, como lo demuestra el uso de diversos colores, formas geométricas y materiales, que resaltan su estilo Art Nouveau tardío. Actualmente, funciona como cafetería y restaurante, y es uno de los locales más conocidos de la región.

Situado a 474 metros de altitud, el Castillo de Évora Monte ofrece una hermosa vista de la llanura alentejana. Al norte, se vislumbra la Serra de São Mamede. Al sur, el paisaje está dominado por las casas de Évora y la Serra de Mendro. Más al este, el frondoso bosque de eucaliptos de la Serra da Ossa colorea el paisaje alentejano.

En el Centro Ciência Viva de Estremoz, los visitantes pueden descubrir cómo funciona el planeta Tierra. Aquí, la ciencia y la tecnología traspasan las paredes del laboratorio, conectando con los visitantes y permitiéndoles interactuar con las exhibiciones.