Mata Nacional do Bussaco

En un paisaje de singular belleza, en el corazón del municipio de Mealhada, se alza un jardín verdaderamente monumental, cautivado por la riqueza del lugar, considerado por muchos único en el mundo, donde los colores de la naturaleza y los rayos de sol que penetran entre los árboles se funden en el silencio reinante: el Bosque Nacional de Bussaco. Encargado por la Orden de los Carmelitas Descalzos en el siglo XVII, en reclusión y contemplación durante más de 200 años, el espacio impresiona por la cantidad de especies vegetales que alberga, más de 700, procedentes de todo el mundo, como abetos, sequoias, tilos, olmos, laureles, hayas, rododendros, helechos gigantes, acacias y fresnos, siendo el cedro de Buçaco la especie autóctona más importante. El punto más alto, Cruz Alta, se encuentra a 550 metros. En el corazón de la Mata Nacional se encuentra una joya de la arquitectura y la historia portuguesas: el Hotel Palacio de Buçaco, antigua residencia de reyes. El Convento de Santa Cruz do Buçaco es único en Portugal, con su iglesia ubicada entre cuatro patios que forman una especie de claustro. Las capillas, las ermitas y la reconstrucción de los 20 escalones del Vía Crucis también forman parte del vasto patrimonio religioso de la Mata Nacional.
El Museo Militar de Buçaco y el Obelisco, que aluden a la Batalla de Buçaco, librada en esa sierra en 1810, forman parte del patrimonio cultural de la Mata Nacional, fundamental para la identidad local.
A lo largo del bosque, a lo largo de los senderos, los visitantes se encuentran con lugares verdaderamente mágicos, como la idílica Fonte Fria o el admirable Vale dos Fetos, que confirman la incomparable belleza de la Mata Nacional do Buçaco y demuestran por qué el tiempo tiene un significado tan especial aquí.