Visitas religiosas imperdibles en Portugal

La imponente Basílica de Santa Luzia, en Viana do Castelo, es un magnífico punto de partida para uno de los recorridos religiosos más populares del norte del país. “Ex libris” de la capital del Alto Minho, su construcción terminó en 1959 y es de inspiración románico-bizantina, destacando sus rosetones, considerados los más grandes de la Península Ibérica y los segundos más grandes de Europa. Ubicada en el Monte de Santa Luzia, ofrece una vista maravillosa, en un escenario que fue considerado por la revista National Geographic como uno de los más bellos del mundo. Cada año, el fin de semana posterior a la festividad del Corpus Christi, se realiza una romería desde la ciudad hasta la cima de la montaña.

También en Viana do Castelo, durante la semana del 20 de agosto, suele celebrarse la Romería de Nossa Senhora da Agonia, conocida como la “Reina de las Romerías de Portugal”, que atrae cada año a miles de personas. Esta fiesta reúne una parte religiosa, centrada en la Iglesia de Nossa Senhora da Agonia, y otra más pagana, cuyo destaque es la procesión histórica y etnográfica que tiene lugar el domingo por la tarde. El inicio de la romería dedicada a Senhora D'Agonia, patrona de los pescadores, y que se puede venerar en la Iglesia con su nombre, empezó en 1772, debido a la devoción de los hombres del mar de la costa portuguesa y de Galicia

Continuando con nuestro itinerario, sugerimos que la siguiente parada sea la Basílica de São Bento da Porta Aberta, en el municipio de Terras de Bouro, que es uno de los mayores santuarios portugueses, con cientos de años de tradición. Las mayores peregrinaciones, que reúnen a miles de creyentes, tienen lugar el 21 de marzo, el 11 de julio y el 12 y 13 de agosto. Sin embargo, en otras épocas del año también es común ver peregrinos, en familia o con amigos, dirigirse a “São Bentinho”, como se le conoce popularmente. El bello entorno con la Sierra de Gerês o la presa de Caniçada es un buen motivo para visitar a este templo.

Un poco más abajo, en el vecino municipio de Amares, se encuentra el hermoso Santuario de Nossa Senhora da Abadia, construido en el siglo XVIII. Insertado en una zona donde abundan la tranquilidad y los espacios verdes, es perfecto para quien busca un sitio propicio para la oración y la reflexión. El “vía crucis” está formado por 15 capillas, ocho hexagonales, que representan escenas de la vida de Nuestra Señora, y siete rectangulares, con escenas de la Pasión de Cristo. El Santuario incluye la iglesia, la Casa das Ofertas, la Casa dos Quartéis y un crucero situado en el centro del atrio de la iglesia, un recinto de generosas dimensiones capaz de acoger a numerosos peregrinos.

Ha llegado el momento de ir a Braga, a la que se conoce como la “Roma portuguesa” por la gran cantidad de iglesias que posee y cuya Semana Santa se vive anualmente con gran intensidad, atrayendo a miles de creyentes, no sólo de Portugal sino también del resto del mundo que están deseosos de asistir a las grandes procesiones o participar en las celebraciones. Es en la imponente y hermosa Catedral donde tienen lugar algunas de las ceremonias religiosas más importantes de la Semana Santa. Es la Catedral portuguesa más antigua, ya que comenzó a construirse a finales del siglo XI y el barroco es el estilo artístico más notorio. Aprovecha y visita también el Tesoro-Museo de Sé, donde podrás apreciar una considerable colección.
 
Hay, sin embargo, varios lugares de culto que son muy bonitos y que justifican una visita en cualquier época del año, para los practicantes de la religión católica o para los simples amantes de la arquitectura con valor histórico innegable. Comenzando por el Santuario de Bom Jesus do Monte, clasificado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 2019. Es un punto ineludible de la ciudad, con énfasis en la imponente Basílica, de estilo neoclásico portugués, el altar mayor, que representa la escena de El calvario con Cristo Crucificado, las famosas escaleras con las estaciones de la Vía Sacra, o el típico ascensor, accionado por agua.

Situado muy cerca, a 570 metros de altitud, el Santuario de Nossa Senhora do Sameiro, es el segundo santuario mariano más grande de Portugal y recibe cada año a miles de peregrinos y visitantes. En la Basílica, de estilo neoclásico, destacan el techo abovedado, el carillón de campanas y diversas piezas de Arte Sacro. Enmarcado por un frondoso bosque, el Santuario ofrece magníficas vistas de la ciudad y la región. La Romería Archidiocesana a Sameiro, que suele celebrarse el primer domingo de junio, acoge a miles de fieles que realizan el trayecto desde la Catedral hasta el Santuario.

Todavía en el norte, pero en el interior, sugerimos una visita a Bragança para ver su moderna Catedral. Inaugurada en 2001, fue la primera catedral construida en Portugal en el siglo XXI, con una arquitectura contemporánea, con asientos en un anfiteatro en un área de 10.000 metros cuadrados. El monumento pretende reflejar la región donde se ubica, desde los materiales de construcción hasta la vegetación de los jardines.

Luego dirígete al centro de la ciudad para ver la Igreja da Sé, que tiene la particularidad de tener la entrada principal ubicada en la lateral, al contrario de lo normal. El recinto refleja las reformas realizadas por los jesuitas y las intervenciones realizadas a partir de 1768, cuando se le atribuyen funciones de catedral. La sacristía tiene bellas pinturas en el techo, mientras que el altar mayor tiene talla dorada, que también merece ser debidamente apreciada.

Vila Real es la otra capital de distrito de la región de Trás-os-Montes y también tiene una Catedral. También conocida como Igreja de São Domingos, fue construida en el siglo XV y a nivel arquitectónico hay influencias del románico, el más notorio, y del gótico. La fachada tiene imágenes de São Domingos y São Francisco de Assis. En 1837 sufrió un gran incendio que destruyó parte del patrimonio interior, y la torre fue añadida en el siglo XVIII. La Catedral fue adaptada con la creación de la diócesis de Vila Real, en 1922.

En el mismo municipio, la Procesión de la Señora da Pena atrae anualmente, el segundo domingo de septiembre, a miles de personas a la Parroquia de Mouçós. Esta manifestación religiosa se distingue por el tamaño de algunas de sus pasos, que en ocasiones alcanzan una altura de 23 metros y pesan muchos kilos, siendo transportados por más de 100 personas. Cuenta la historia que, en una demostración de fe, los “gigantes” y coloridos pasos pretenden “tocar” el cielo, siendo más altos que la propia Capilla de Senhora da Pena, considerada uno de los santuarios más importantes de la región. Al final de la procesión tiene lugar la peculiar “danza del paso”.

El hermoso Santuario de Nossa Senhora dos Remédios, “ex libris” de Lamego, en el norte del distrito de Viseu, es la siguiente parada. La hermosa iglesia, de inspiración barroca, comenzó a construirse en 1750 y “debe” su nombre a las oraciones de quienes padecían dolencias y pedían protección a la Virgen con el Niño en brazos. Los paneles de azulejos azules y blancos, con escenas de la vida de la Virgen, son uno de los aspectos más destacados del interior. También es muy apreciada la escalera monumental que conduce al santuario, con 686 escalones y varios niveles. Entre las últimas semanas de agosto y las primeras de septiembre tiene lugar una romería dedicada a Nossa Senhora dos Remédios, una de las más grandes de Portugal y que combina rituales religiosos y profanos.

Todavía en el distrito de Viseu, pero un poco más abajo, se encuentra el Santuario de Nossa Senhora da Lapa, uno de los más antiguos de Portugal, con más de 500 años de historia, y uno de los lugares más visitados del municipio de Sernancelhe. La historia de Lapa comienza a finales del siglo XV cuando una pastora muda descubrió una imagen de Nuestra Señora bajo una roca de difícil acceso. La devoción de la niña por la imagen, que su madre quería destruir, le valió el don de la palabra y desde entonces el milagro se ha extendido y la leyenda ha atravesado generaciones. Un aspecto curioso es que la “gruta” donde se descubrió la imagen tiene una primera piedra, por la que pasan todos, excepto los que han cometido pecados graves.

Siguiendo el camino de itinerarios religiosos de gran significado, y hacia el sur de Portugal, el hermoso Convento dos Congregados destaca en el paisaje urbano de la ciudad alentejana de Estremoz. Comenzó a construirse en 1698 y la “ondulación” de la fachada principal de la iglesia le da un efecto dinámico y raro en la arquitectura alentejana. Hay varios juegos de azulejos, dignos de ser observados y representativos de las clases sociales en la época del rey D. João V o episodios de los Evangelios y la vida de varios santos.

Évora, capital del distrito, no podía faltar en esta propuesta, así como su hermosa Catedral, dedicada a Santa María. Iniciada en el siglo XIII, es la catedral medieval más grande del país y tiene estilos románico y gótico, destacándose un pórtico ojival, adornado con esculturas de los Apóstoles. En su interior destacan varios elementos arquitectónicos y artísticos, como el órgano renacentista y la sillería del coro. La cabecera de estilo barroco es del siglo XVIII. Visite también el Museo de Arte Sacro, donde podrá apreciar piezas de pintura, escultura, joyería y vestimentas.

Otro lugar popular que despierta gran curiosidad popular en Évora es la Capilla de los Huesos, que se encuentra dentro de la Iglesia de São Francisco. No recomendado para los más impresionables, fue construida en el siglo XVII y sus tres naves están formadas casi en su totalidad por huesos y cráneos humanos, que pretenden transmitir el mensaje de la fugacidad y fragilidad de la vida. Los miles de huesos humanos pretenden ilustrar la idea de los monjes fundadores, muy explícita en la frase que se encuentra a la entrada de la ermita: “Nosotros los huesos que estamos aquí, esperamos los vuestros”.

Todavía en el mismo distrito, el hermoso Santuario de Nossa Senhora de Aires, en Viana do Alentejo, es el mayor templo católico del sur de Portugal y uno de los mayores lugares de peregrinación de esta región. Destaca la imagen del siglo XVI de Nossa Senhora de Aires, con Jesús muerto en sus brazos, que es objeto de gran Fe. La creencia de los peregrinos es claramente evidente en la Casa dos Milagres, parte integrante del Santuario, que presenta una colección de testimonios devocionales, desde fotografías antiguas hasta vestidos de novia o trenzas de cabello. Se considera uno de los referentes del estilo barroco en la zona, por la erudición de su construcción.

Otra Catedral digna de ser debidamente apreciada es la de Beja, también conocida como Igreja de Santiago Maior. De estilo manierista, fue construida en 1590 y objeto de varias obras de mejora, como las que se llevaron a cabo en 1932 para adaptarla a las funciones de sede episcopal, que se mantienen hasta la actualidad. En el interior destacan el retablo de la capilla mayor en talla dorada, los retablos policromados de las capillas laterales y la pintura del altar de São José. En la capilla de Nossa Senhora da Conceição, merece ser destacado el conjunto de paneles de azulejos azules y blancos.

En el mismo municipio, la singular Ermida de Santo André es otra interesante propuesta. Según la tradición, la ermita fue fundada por el rey Sancho I en conmemoración de la conquista de Beja a los moros en 1162. Sin embargo, la reconstrucción ojival se realizó a finales del siglo XV. Es Monumento Nacional y forma parte de la tradición de las construcciones gótico-mudéjares, comunes en algunos lugares del Alentejo, destacando el nártex, los pináculos cónicos y las almenas.

Más al sur se encuentra el Algarve, muy famoso por sus playas. Sin embargo, también es rico en patrimonio religioso y la primera sugerencia que dejamos es el Santuario de Nossa Senhora da Piedade, en Loulé, construido a mediados del siglo XX junto a la capilla del mismo nombre, que data de 1553. El gran templo es el punto central de las Festas da Mãe Soberana, dedicadas a Nossa Senhora da Piedade, y que durante casi cinco siglos han ganado gran popularidad, afirmándose como el evento religioso más popular realizado en el Algarve y uno de los más grandes al sur de Fátima. Las fiestas duran 15 días y atraen a miles de fieles en Semana Santa.

Desde Loulé nos dirigimos al vecino municipio de Silves, donde su Catedral destaca entre las casas blancas, siendo uno de los templos de inspiración gótica más notables del Algarve. Este Monumento Nacional data de finales del siglo XIII y se distingue por el uso de piedra arenisca roja, conocida como Grés de Silves, en su construcción, lo que le otorga características diferenciadoras. La nave central tiene unos 18 metros de altura y en su interior se pueden ver varios sarcófagos, como el sepulcro del rey D. João II.

La siguiente sugerencia es la Iglesia de Nossa Senhora dos Navegantes, ubicada justo al paseo marítimo de Armação de Pêra, un lugar popular en el verano por sus playas. La imagen de la Señora dos Navegantes que se encuentra en la Iglesia es una de las más veneradas en la región, principalmente por la comunidad pesquera. Además, la original procesión marítima en honor a la patrona, que se celebra el segundo domingo de agosto, en la que se engalanan las barcas de los pescadores, es una fiesta religiosa muy apreciada y participada.

Continuando por la línea de playas, a pocos kilómetros, pero ya en el municipio de Lagoa, se encuentra la Capilla de Nossa Senhora da Rocha, que ofrece una vista impresionante del Atlántico, debido a su ubicación en un promontorio justo al lado del mar. La sencilla Capilla fue construida en el siglo XVI en la Ermida, que en el pasado fue un popular lugar de peregrinación. Cerrada permanentemente al público, la Capilla tiene la curiosidad de tener un “pasaje secreto” que la conecta con el mar. Si hace buen tiempo, aprovecha y baja a darte un chapuzón en la playa, que tiene un túnel excavado entre las rocas.

Desde el Algarve partimos en busca de los itinerarios religiosos de las islas. Comenzamos el recorrido en las Azores, en Ponta Delgada, en el Convento de Nossa Senhora da Esperança. Este templo es el punto central de las fiestas del Senhor Santo Cristo dos Milagres, la mayor fiesta religiosa del archipiélago, que reúne a miles de personas. Cuenta la leyenda que en un momento en que los terremotos eran constantes, la población hizo una procesión para tratar de calmar la furia de la naturaleza y uno de los hombres, que llevaba el paso, tropezó y la imagen cayó al suelo sin romperse. Según la tradición, desde entonces cesaron los terremotos y la procesión se realiza todos los años el quinto domingo después de Semana Santa.

Otro lugar religioso popular en la isla de São Miguel es la hermosa Ermida da Senhora da Paz, en Vila Franca do Campo, construida antes de 1522, en el lugar donde un pastor habría encontrado una imagen de Nuestra Señora. Construida en 1968, la impresionante escalera consta de 10 niveles, que simbolizan los Padrenuestros de los Misterios Gozosos y Dolorosos, y 100 escalones, correspondientes a las Avemarías. Los Misterios Gloriosos, por su parte, se encuentran en cinco paneles de azulejos, en el atrio de la iglesia, en la parte posterior de la Ermida, que a la vez sirve de mirador, brindando una vista portentosa sobre la isleta y el mar. La Iglesia es de estilo barroco, típico de la región.

Todavía en la isla de São Miguel, en el municipio de Povoação, la Capilla de Nossa Senhora das Vitórias se destaca por su grandeza y ubicación, en la Lagoa das Furnas, conocida por sus deliciosos guisos. La Capilla, de estilo neogótico, se inspiró en algunas grandes catedrales europeas y se inauguró en 1886, fruto de la devoción de un habitante. Además del distintivo exterior, también se merecen especial atención sus hermosos vitrales, que personifican escenas de la vida de Nuestra Señora, desde su nacimiento hasta su asunción. Es uno de los atractivos turísticos de la región y atrae a muchos peregrinos y visitantes durante todo el año.

La Iglesia de la Misericordia de Angra do Heroísmo, en la isla Terceira, es la última sugerencia que dejamos desde las Azores. Pintado de blanco y celeste, el hermoso templo fue construido en el siglo XVIII y destaca por su arquitectura barroca. Ubicada en el centro histórico, clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Iglesia, que mira hacia la hermosa bahía de la ciudad, tiene una nave central flanqueada por dos campanarios. En el interior destacan los dos altares enfrentados, uno dedicado al Espíritu Santo y otro al Santo Cristo das Misericórdias, así como las seis capillas laterales que poseen valiosas obras escultóricas y pictóricas.

Para rematar este viaje por algunos de los itinerarios religiosos más bellos de Portugal, nada mejor que acercarse a la isla de Madeira y visitar la bonita Catedral de Funchal. Situada en el “corazón” palpitante de la ciudad, fue terminada en el siglo XVI y tiene vestigios de los estilos manuelino y gótico. La fachada tiene un portal gótico con ocho arquivoltas en arco ojival, lo que le da grandeza. El material utilizado es sillar de Cabo Girão, roca de color marrón rojizo. Impresiona también el techo mudéjar decorado con cedro de la isla, así como las sillas y el bello políptico de la cabecera con 12 óleos.

Nuestra última sugerencia es la hermosa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, que despierta curiosidad al ser considerada una réplica a menor escala de la famosa catedral parisina de Notre-Dame. También conocida como Igreja Matriz en la parroquia de Jardim do Mar, en el municipio de Calheta, el pequeño templo fue inaugurado en 1907. Construido cerca del mar, en el lugar donde inicialmente había una capilla, tiene un estilo gótico renacentista. La Fiesta de Nossa Senhora do Rosário, su patrona, tiene lugar a principios de octubre.