Paisajes deslumbrantes y buena cocina típica son otros “ingredientes” atractivos que se pueden encontrar en los pueblos de montaña de la región de la Serra da Estrela. Estos lugares pintorescos encierran siglos de historia, tradiciones y cultura. La nieve, por supuesto, es un factor complementar que tiende a embellecer estos pueblos ubicados en una región que adquiere un encanto especial en invierno. Sin embargo, Estrela es hermosa durante todo el año y los pueblos son un gran punto de partida para explorar la naturaleza y el patrimonio de su entorno, así como Torre, su punto más alto, y su estación de esquí. La oferta hotelera es diversificada y abundan las opciones de turismo rural, ideal para quienes quieran pasar unos días alejados del estrés de las ciudades y quieran descubrir las innumerables potencialidades de esta zona. Sigue la ruta que te propone All About Portugal y descubre 10 encantadores pueblos de montaña, en una región donde el “rey” es el famoso queso de la Serra da Estrela

 

Sabugueiro, Seia

Sabugueiro, Seia

Ubicado a unos 1100 metros de altitud, en el corazón de la Serra da Estrela, es conocido por la inscripción en una de sus entradas que indica que es el pueblo más alto de Portugal. Su calle principal, ubicada en la EN339 que une Seia y la Torre, está repleta de restaurantes, que sirven platos típicos, y tiendas que venden productos tradicionales de la región, como el queso de la Serra da Estrela, o embutidos y artesanías. El pueblo parece haber surgido de un grupo de chozas de pastores en busca de pastos para sus cabras y ovejas, y es fértil en recursos naturales, como cascadas, y en espectaculares vistas panorámicas. Culturalmente, destacan el Museo Etnográfico, un horno comunitario, la Iglesia Matriz y la Fonte do Ferreiro, la ‘fuente del herrero’. Es uno de los Pueblos de Montaña más famosos y paso obligado para quienes viajan desde el norte de Portugal a la Torre, contando con varias unidades de Turismo Rural, algunas resultantes de la reconversión de las casas de granito sembradas por el pueblo.

Cabeça, Seia

Cabeça, Seia

Desde el 2013, este típico pueblo de montaña comenzó a “figurar” en el mapa nacional de sugerencias originales para descubrir durante el período navideño. Esto se debe a que fue en ese año que organizó por primera vez el evento “Aldeia Natal”, pueblo navideño, que atrae un gran número de desplazamientos y visitantes al pueblo, que cuenta con unos 170 habitantes en los restantes días del año. La comunidad local decora sus pintorescas calles con los excedentes agrícolas y forestales y, por ejemplo, la lana de las ovejas ‘bordaleiras’ de la Serra da Estrela. Es una fiesta genuina y sostenible que además tiene la singularidad de no tener un Papá Noel. El pueblo adquiere un encanto especial cuando comienza a caer la noche con miles de luces LED iluminando las típicas casas de pizarra y sus callejuelas. Además, no es solo por Navidad que merece la pena visitar este pequeño pueblo, también es muy fotogénico en verano. Está ubicado en una colina que funciona como cabecera de terrazas bien definidas, a orillas de la Ribeira de Loriga, parroquia vecina con una hermosísima playa fluvial. Cuenta además con dos iglesias y dos capillas.

Alvoco da Serra, Seia

Alvoco da Serra, Seia

Tiene una ubicación privilegiada en medio de la Serra da Estrela, a unos 700 metros de altitud, y es el pueblo topográficamente más cercano a la Torre. Este pequeño pueblo, que integra la red de Pueblos de Montaña del Municipio de Seia, está rodeado de un espléndido entorno natural y paisajístico, con diversos senderos por sus alrededores, una excelente forma de descubrir algunas de las maravillas de la Montaña. Históricamente, Alvoco da Serra es tierra de orígenes muy antiguos, que conserva resquicios de la presencia romana, como una calzada en la que se encontraron monedas de esa época. La Capilla medieval de San Pedro, la Casa do Barão y la Casa-Museo son otros puntos de interés que no debes perderte, siendo esta última una excelente forma de descubrir las tradiciones y costumbres de este pueblo serrano. Además, déjate envolver por sus callejuelas estrechas y déjate deslumbrar por las casas de granito. Alvoco da Serra tiene además muy buena gastronomía, con destaque para los platos de cordero o cabrito.

Penhas Douradas, Manteigas

Penhas Douradas, Manteigas

No son propiamente un pueblo strictu sensu, pero son un punto muy visitado de la Serra da Estrela y cuentan con algunas unidades hoteleras de referencia en su entorno. Están a una altitud aproximada de 1300 metros y ofrecen unas magníficas vistas sobre el valle glaciar del Zêzere, uno de los más grandes de Europa con 13 kilómetros de longitud. El paisaje está dominado por grandes bloques de granito y es una de las regiones más frías de Portugal. De tal modo que cuenta con un Observatorio Meteorológico, que juega un papel fundamental en el estudio y pronóstico del clima de la montaña. Cerca de Penhas Douradas, donde nieva con frecuencia en invierno, la playa fluvial de Vale do Rossim es muy popular en los días más calurosos. Como curiosidad, Penhas Douradas ya han consideradas el lugar más sano del país, gracias a su aire puro y fresco. En el municipio de Manteigas, hay otros lugares hermosos para visitar como el Poço do Inferno, una cascada de unos 10 metros, o el encantador Covão d’Ametade, muy llamativo a hacer fotos para los amantes de la naturaleza.

Penhas da Saúde, Covilhã

Penhas da Saúde, Covilhã

Es uno de los Pueblos de Montaña más emblemáticos de esta región, por su privilegiada ubicación a 1500 metros de altitud, entre la Torre y Covilhã, ciudad que es una de las “puertas de entrada” a la Serra da Estrela. Su ubicación ofrece unas vistas envidiables sobre la meseta y la montaña, exhibiendo un entorno fabuloso. Penhas da Saúde tiene varias opciones de alojamiento, incluido el Turismo Rural, que tienden a agotarse en los meses más fríos cuando la nieve suele ser una “visita” constante, contando además con muy buena gastronomía. Cuando quieras subir hacia la Torre, te aconsejamos que hagas al menos dos paradas más. Una en la presa del Lago do Viriato, que ofrece un marco natural magnífico, ya sea en invierno o en verano. La otra, más cercana al punto más alto de Portugal continental, en la llamativa Senhora da Boa Estrela, un monumento tallado en una roca, de siete metros de altura, que representa a la patrona de los pastores. Penhas da Saúde forma parte de la parroquia de Cortes do Meio, conocida como la “Capital de las piscinas naturales en Portugal”.

Folgosinho, Gouveia

Folgosinho, Gouveia

Es una de las parroquias más populares del municipio de Gouveia, en gran parte por la riqueza gastronómica de un restaurante familiar, “O Albertino”, que proyectó el nombre del pueblo, más allá de sus fronteras. Aquí podrás degustar chanfaina, cabrito asado al horno, arroz ‘de cabidela’ [arroz con pollo o conejo, hecho en su sangre], arroz con leche o requesón con mermelada de calabaza. El pueblo más alto de este municipio montañoso fue su sede entre 1187 y 1836 y uno de sus exlibris es su Castillo, lugar emblemático desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas sobre la región. También cabe destacar la Iglesia Matriz, las Capillas San Faustino y San Tiago, así como una fuente en el centro del pueblo que tiene dos curiosas inscripciones: “El agua mala daña, el agua buena te da años” y “El agua y la mujer solo buena se quiere". En cuanto al patrimonio natural, lo más destacado es l Senhora de Assedasse, un lugar aislado justo en el corazón de la Serra da Estrela, a unos 935 metros de distancia. Otras bellezas naturales de Folgosinho pueden ser vistas por quienes hacen la Ruta de los Galhardos [los apuestos], un sendero que cruza importantes espacios ambientales, geológicos y culturales.

Melo, Gouveia

Melo, Gouveia

Conocido por ser el “pueblo eterno” de Vergílio Ferreira, reconocido escritor portugués del siglo XX que allí nació y está sepultado, este pintoresco pueblo está ubicado en una de las laderas de la Serra da Estrela. La ruta Vergiliana, la plaza que lleva su nombre, su estatua y el recorrido literario del escritor grabado en el suelo, y Vila Josephine, o la “casa amarilla” de la novela “Para siempre”, son algunos de los puntos de interés del pueblo, que cuenta además con un singular Museo Etnográfico. Entre el patrimonio construido destacan la Capilla de la Virgen de la Concepción, la Misericordia, el Ayuntamiento, el Convento de la Virgen del Coito y la Picota, clasificada Monumento Nacional, y el Pazo, propiedad clasificada, en avanzado estado de degradación, pero que aún conserva parte de su grandeza de cuando era la residencia solariega de los fundadores del pueblo. Con una fundación muy antigua, Melo jugó un papel social y político importante en la región que integra.

Valhelhas, Guarda

Valhelhas, Guarda

Es durante los meses más calurosos cuando este pueblo es muy buscado por los veraneantes de la región, pero también de otras partes del país, que buscan un lugar refrescante lejos del bullicio de las playas del litoral. De hecho, es allí, donde el río Zêzere toma forma y se prepara para abrazar la Cova da Beira, donde está una de las playas fluviales más antiguas y premiadas del centro de Portugal. Sin embargo, no es solo en verano cuando este pueblo es interesante. Empezando por la belleza natural de su entorno, como los pequeños bosques en las sierras de Cabeça Alta, Mor y Rachada, que crean un verde increíble y acogedor, o las diferentes rutas de senderismo que ofrece la montaña. El pueblo que es la entrada oriental al Parque Natural de la Serra da Estrela destaca además por su gastronomía, con dos restaurantes locales merecedores de excelentes críticas por parte de expertos y público en general. Este histórico pueblo de montaña fue la sede del municipio entre 1187 y 1855 y cuenta con una prominente picota del siglo XVI. El Puente filipino y las ruinas del antiguo castillo son otros puntos de interés.

Alcongosta, Fundão

Alcongosta, Fundão

Ubicado en el corazón de la Serra da Gardunha, vecino ilustre de la Serra da Estrela, este pueblo es casi la “capital nacional de la cereza” durante un fin de semana de junio, cuando suele realizarse la esperada fiesta dedicada a esa fruta tan apreciada. De hecho, Alcongosta es reconocida por tener mucha cereza y muy buena, y hay quienes aseguren que es la mejor de Portugal. Los meses previos a la temporada de cosecha exhiben otra maravilla de la naturaleza, con los cerezos en flor proporcionando un escenario deslumbrante en el que un manto blanco invade este típico pueblo serrano. Para quienes quieran saber más sobre la fruta conocida como el “oro rojo”, se recomienda una visita a la Casa de la Cereza. En cualquier época del año, quienes pasan por esta región "tienen" que subir a la Casa do Guarda, el puesto del vigía, que a una altitud de 900 metros tiene un mirador que permite disfrutar de un magnífico paisaje sobre la Gardunha y la Cova da Beira. Visita además la Iglesia Matriz y aprovecha igualmente para saborear mermeladas, compotas y licores de cereza, por supuesto.

Rapa, Celorico da Beira

Rapa, Celorico da Beira

Los columpios de la Serra da Lomba son uno de los exlibris de este pueblo del municipio conocido como la “Capital del queso de la Serra da Estrela”, por lo que no es de extrañar que en la propia Rapa haya varios productores y fábricas de queso, debidamente licenciados. En cuanto a los columpios, ubicados a una altitud de casi mil metros, aprovechan el potencial del lugar donde fueron instalados en el 2020. Desde entonces, muchos han sido los que han acudido a los dos columpios panorámicos que permiten apreciar un paisaje prodigioso, uno sobre Celorico y el otro sobre Guarda y el valle del Mondego. A la vez, se ha creado un mirador desde el que es posible contemplar un magnífico entorno. El núcleo museológico de Moinho de Água da Rapa es otro punto de interés para visitar en el pueblo. Rico en tradición, historia y naturaleza, el pueblo muestra su autenticidad a quienes lo visitan a través de sus gentes y costumbres con actividades como las ‘lagaradas’, la molturación de las aceitunas en la almazara, o la tradición en el teatro. Este es uno de los Pueblos de Montaña más alejados de la Serra da Estrela, pero, como ves, tiene sobrados motivos para justificar una visita.